Militamos por la construcción de un nuevo mundo en el que quepan todos los mundos, vamos al encuentro de recuperar las luchas históricas para forjar los procesos de lucha actuales, recuperamos la educación popular, recuperamos los saberes de la patria grande, las experiencias de resistencias actuales y las hacemos carne en nuestros contextos de construcción territorial.

Todo este proceso sin problematizar la influencia de las tecnologías 4.0 en el actual escenario de avanzada del capitalismo.

Nuestros análisis de coyunturas de los últimos 10 años nunca se vieron atravesados por el impacto del capitalismo digital, no es parte de la agenda de las luchas sociales la necesidad de construir soberanía tecnológica. No podemos ver que el poder se crea y recrea al calor de la fibra óptica, las plataformas digitales, las redes sociales y la inteligencia artificial. La vigilancia nunca le ha sido tan simple al poder de turno.

Convivimos con el enemigo, utilizamos sus plataformas, seguimos sus reglas en formatos términos y condiciones, nos adaptamos a usar la tecnología que el capital quiere, como quiere y cuando quiere y nos sometemos a un proceso consentido de extractivismo de datos. Lo saben todo y en base a eso lo direccionan todo.

En este contexto adverso, una vez más la pregunta de Lenin se nos hace propia, qué hacer ?

Lejos de tener respuestas, nos animamos a apoyar nuestros aportes en la pedagogía de la pregunta, entendiendo que tenemos que ser capaces de hacernos nuevas preguntas que habiliten los debates necesarios, los procesos de síntesis, serán producto de encontrarnos con nuevas perspectivas de análisis, en nuestro tránsito por estos tiempos de capitalismo neoliberal, racista, patriarcal y tecnológico.